martes, 16 de marzo de 2010

El desbordamiento del río Guadalbullón sorprendió a los vecinos de 'Villa mosquito'

Esta vez le tocó a Mengíbar. El nuevo capítulo del temporal, que ya casi se ha convertido en rutina después de más de dos meses de agua y viento e incluso nieve, se cebó la noche del domingo al lunes con la zona conocida popularmente como 'Villa mosquito', en el término municipal de Mengíbar y entre este municipio y el de Villargordo. Las lluvias provocaron que en torno a la media noche se desbordara el río Guadalbullón en la A-6000 y afectará a las aproximadamente treinta viviendas que hay en la zona.
José García, uno de los vecinos afectados, recogía ayer de su parcela, donde tiene una vivienda en construcción, un corral para los animales y una nave con materiales, los cuerpos de sus animales. «Se me han ahogado cinco cerdos y varias gallinas», decía este vecino, que no reside en esa casa y que se encontró con la 'papeleta' a media mañana, de vuelta de su trabajo, tras recibir una llamada de aviso.
«Lo peor ha sido lo de los animales, pero también he perdido un coche, que directamente está para tirarlo, una piscina de hormigón, que pesa en torno a 10.000 kilos y que ha aparecido en mitad del río después de que la Guardia Civil pensara que era otro coche, además de todos los materiales que tengo en la nave, que no me he atrevido a abrir porque esta mañana todavía había unos 60 centímetros de agua», cuenta José.
En casi todas las viviendas de Villa Mosquito el agua llegó la noche del domingo al lunes hasta el metro y medio de altura y no todos los vecinos tienen esas casas como segunda residencia, algunos habitan allí durante todo el año, como la pareja que vive junto a José. «A mis vecinos les salvó la vida la llamada de su suegro. Ella está embarazada y se habían acostado pronto. Cuando les llamaron avisándoles de que el río se había desbordado se encontraron con que la casa ya estaba llena de agua. Intentaron salir a la calle y al abrir la puerta, la fuerza del agua lo tiró a él al suelo, menos mal que al final pudieron salir», cuenta José.
A pesar del susto y de que la carretera de acceso a Villargordo estuvo cortada toda la noche, a primera hora de la mañana de ayer, el nivel del río había bajado y la situación se había normalizado, aunque no para los vecinos, a los que les queda un duro trabajo por delante achicando agua y limpiando los desperfectos que el temporal ha causado.
Andújar
Aunque al cierre de esta edición la situación no había ido a mayores, en Andújar también estuvieron durante todo el día de ayer en alerta porque el nivel del río se encuentra a 19,63 metros, cuando la cota de la calzada del puente es de 20,08 metros. Principalmente las pedanías de La Isla y El Sotillo estuvieron pendientes de la posible subida del nivel del río.
En carreteras, según la información del 112, se vio afectado el kilómetro 288 de la A-4 a su paso por Guarromán cuya calzada estuvo parte del día «totalmente anegada»; y por desprendimientos en la JA-7103 en Navas de San Juan, en la Vereda del Realejo en Jaén capital, en el kilómetro 1,9 de la JA-3402 en Torredonjimeno, en la J-9013 en Santiago Pontones; y en la JA-6101 en Carboneros.
En el caso de Jaén capital, aunque las lluvias fueron intermitentes, el mayor problema del día fue el viento, que obligó a los bomberos a realizar en torno a una veintena de salidas para asegurar cornisas, carteles, árboles...
Mientras tanto, el nivel de los pantanos de la provincia crece sin cesar y en estos momentos prácticamente todos se encuentran desembalsando agua, a excepción del Tranco, especialmente los embalses de Aguascebas, Rumblar, Jándula y Dañador, que se encuentran por encima de su capacidad. Asimismo, los embalses del Guadalmena, Guadalén, La Fernandina y el Quiebrajano se encuentran también por encima del 90% de su capacidad.

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